En el contexto del Festival de música, cultura y arte SOS 4.8. de España, C+arquitectos junto con Miguel Mesa del Castillo y la Universidad de Alicante realizaron un pabellón para instalar la singular temática de "El Lado Oscuro de la Fiesta." Esto tiene que ver con lo efímero de los efectos, con lo que se queda fuera, con las jerarquías y rechazos que se construyen o con la sordidez del reconocimiento de los espacios cuando se encienden las luces.
Para construir ese espacio Sticky Airs escoge un material que responde a estas características y que a su vez es parte de las fiestas, el humo: es efímero, cambiante, sólo es efecto. Y sin embargo no es usado sólo como efecto, sino como único material para definir y cualificar el espacio de El Lado Oscuro de la Fiesta; explorando y explotando sus capacidades.
Así, “construyen” con vapor de agua, glicerinas, dióxido de carbono sólido, agua caliente, altas y bajas temperaturas y ventiladores para conseguir el mayor número de efectos posible y construir recintos temporales, muros difusos, suelos flotantes, cortinas de frescor, barreras de visibilidad, telones de fondo cambiantes para albergar e intensificar las instalaciones artísticas y los performances.
La zona del escenario se cubre con una gran “enagua cosmopolítica”, una tela plegada que contiene el humo y a su vez desprende vapor de agua para transformar las condiciones de visibilidad y reducir la temperatura. Funciona como una cúpula celestial que aparece y desaparece en función de la densidad de humo, y cuyo patrón contiene todos componentes cosmopolíticos del aire, desde partículas de polen a aviones o virus, como si de una visualización de las atmósferas que se han creado con el humo se tratara.
El objetivo de Sticky Airs es trabajar con políticas de visibilidad que performan, se apropian o redistribuyen algunas de las condiciones del lado oscuro de la fiesta. Por ejemplo: si en espacios expositivos convencionales el espacio de circulación es el espacio vacío de la visibilidad, aquí se invierte y es un espacio lleno de humo en el que priman la incertidumbre, la desorientación y la sorpresa. Este espacio pegajoso difumina también condiciones de representación de los visitantes, diluyendo su edad, género o etnia. En cuanto a las instalaciones artísticas, la variabilidad de las ráfagas de humo permite construir distintas narrativas entre las piezas, que también se ven condicionadas por el espesor del humo.
Trabajar con humo y agua tiene también implicaciones arquitectónicas que aprendimos durante el proceso experimental de diseño y construcción de la instalación. Se trabaja sin forma, sin construir, sin definir límites. De hecho, lo que es sólido no son los limites sino el espacio interior (visibilizando las atmósferas de Sloterdijk) y se trabaja vaciando con aire. Los muros se sustituyen por infraestructuras distribuidas que resuelven las necesidades técnicas del espacio: orientación, evacuación, límite de accesibilidad, etc. con materiales domésticos como pegatinas fotoluminiscentes, ventiladores, o escaleras.
Sticky Airs es, en definitiva, un experimento que trabaja con lo difuso, lo cambiante y la incertidumbre, condicionando nuestras experiencias, pegándose a nuestros cuerpos y transformando nuestras formas de socialización y que desaparece en cuanto se apagan las luces de la fiesta.
Diseño: C+arquitectos (Nerea Calvillo con Marina Fernández; diseño patrón cubierta: Ana Melgarejo)
Montaje: Taller realizado con estudiantes de arquitectura de la Universidad de Alicante dirigido por Miguel Mesa del Castillo:
María José Abellán, Mari Ángeles Aracil, Isabel Blanco, Maria Elena Carrión, Ester de Juan, Anabel de la Torre, Jose Alberto esteve, Joan Fernández, Alicia Fernández, Cristian Francés, Rosa Gómez, Paula González, Rebecca Guilabert, Esperanza Jurado, Antonio López, Manuel López, Begoña López, Eva Martín, Nuria Martínez, David Martínez, Agustín Morazzoni, Israel Pastor, Rosa Pérez, Mariana Tomás, Alejandra Vallejo.
Superficie: 650 m2
Emplazamiento: Murcia
Cliente: Festival de música, cultura y arte SOS 4.8.
Fecha: 2015
Fotografías y vídeo: Miguel de Guzmán